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// Muxía contaba cara el año 1568 con 140 vecinos, y que en poco tiempo quedaron en 40 hacia los años 1571-1572, y en 1591 solamente había en el pueblo 31 vecinos, quedando Muxía casi despoblada. Los fallecidos fueron enterrados posiblemente en un gran descampado de la villa y el pueblo quedaría casi abandonado, con gran número de casas en estado ruinoso.//
En pleno año 1568 llegaba la peste a las Rías Baixas, y ese mismo año llegaría también a la Costa da Morte, atacando con gran gravedad a los pueblos de Fisterra y Muxía.
Es posible que la peste en Muxía pudiera desembarcar por mar, no nos olvidemos que Muxía fue junto a Fisterra los puertos y fondeaderos más importantes de la Costa da Morte en la época medieval. En Muxía arribaban galeras y mercantes provenientes sobre todo del mediterráneo, tanto para ofrecer descanso a sus tripulaciones, para hacer negocio con las gentes locales, para coger víveres y para lugar de refugio.
En la localidad también se acercaban barcos para desembarcar peregrinos, como también mercantes para cargar o descargar productos o alimentos del o para los monasterios de Moraime y San Martiño de Ozón. Esta actividad duró hasta a finales del siglo XVI, pues ambos monasterios estaban en época de descenso y los mercantes prefirieron hacer las anteriores actividades mencionadas en el puerto de Camariñas, y dicha villa sería entre el siglo XVII-XIX el nuevo fondeadero estrella para los navegantes sobre todo esta vez provenientes del norte.
Toda esta actividad marítima que estaba sufriendo Muxía durante los siglos XII-XVI pudo haber sido la culpable de la propagación del virus por la localidad.
En Muxía llegaron a fallecer en esta época 100 personas, según documentos elaborados sobre estos años, solo quedando vivos 40 vecinos cara los años 1571-1572, y en 1591 solamente había 31 vecinos, quedando casi Muxía totalmente despoblada. Esto provocó que se tuviera que desviar el camino de los peregrinos enfermos en la villa por la zona ahora conocida como Os Malatos, y teniendo que coger el camino da Pel para acercarse al Santuario de Nosa Señora da Barca. Justo en este tramo fue construido probablemente en el siglo XII, una fuente, dicha fuente fue construida para aquellos peregrinos enfermos pudieran lavarse en ella, bautizándose como A Fonte da Pel. La fuente fue dejada en desuso a partir del año 1836 por orden del alcalde, por temor a que la fuente pudiera provocar un brote de algún virus en la villa. A día de hoy la fuente está en pie, su figura nos hace recordar a la figura de una pía, aunque se encuentra desgraciadamente en mal estado de conservación.
En los años posteriores al brote de la peste, los documentos de los cuales pudo acceder «Nalgures» citan que en Muxía la mayoría de las casas estaban abandonadas, y en un estado ruinoso, pues había fallecido tanta gente del pueblo que la gran parte de las casas estaban en este estado.
También en los escritos de 1588 podemos leer que se le pide 288 reales a los vecinos de Muxía para pagar el servicio ordinario y extraordinario al rey. Los vecinos dicen que non pueden pagarlo, dado que esa cifra estaba estipulada, anualmente, cuando en Muxía había 140 vecinos, por el año 1564, pero por la culpa de la peste que inundó la villa, quedó restada la población a cuarenta, cara los años 1571-1572. Asi que la gente del lugar defendía que no podían pedir esa cantidad cuando eran algo menos de un tercio de la gente que tenía dicho impuesto. El argumento que declaran los pobladores es que, en aquellos años de prosperidad, la mayoría de los vecinos eran mercaderes, «ansi por mar como por tierra que tenian sus barcos nabios e sente [xente] de mar que navegaban y otros a pescar, pero mucha parte de la villa está despoblada y muchas casas que de antes se bibia y poblaban están caídas y despobladas con la mucha pobreza se an ydo parte de los vecinos de la dicha villa por no poder llegar a la paga de los dichos pechos»
O campo de almas y la horta dos osos de Muxía.
Justo cerca de la plaza de la constitución de Muxía se encontraba hace décadas una finca bautizada como A Horta dos Osos, donde se encontraron gran cantidad de restos óseos al estar excavando en ella para realizar unas obras. Hay vecinos que justifican que en este punto se enterraban a aquellas personas que habían muerto a causa de la Guerra Civil Española, pero también pudo haber sido las tumbas de los vecinos fallecidos por causa de la Peste. Lo curioso es que no muy lejos de esta, cerca da Punta da Barca se encuentra otra finca con la misma historia oral, bautizada como O Campo das Almas, pudiendo también tratarse de un sitio de enterramiento de la gente perecida en dicha pandemia. Otro caso lo podemos encontrar también en el Coido de Touriñán donde se encuentra otra finca con el nombre de O Campo dos Mortos, pudiendo ser otro sitio de enterramiento por causa de esta pandemia, o un sitio de enterramiento de náufragos.
Fotos y fuentes: Nalgures, reporteindigo. com, wikipedia, libro «naufragios y crónica marítima de Galicia hasta 1899» de Fernando Patricio Cortizo.