Ambrosio Álvarez Pardiñas de Camariñas fue un bravo corsario natural de Camariñas a quien el rey Carlos IV concedió patente de corso para armar un barco con hasta diez cañones y 35 marineros. Su barco mas conocido fue el bergantín La Constancia de Galicia. Se instaló en el comercio de Cádiz y en Veracruz. Llevó armas al general Washington para los rebeldes de la independencia de EEUU, siendo apresado por los ingleses y llevado a Edimburgo en 1781, junto a otro barco de marqués de Lafayette, cuando mandaba el bergantín Santísimo Cristo, matrícula de Corcubión. Al parecer fue preso por segunda vez en 1790. En 1796 mandaba La Empresa, una fragata. Entre otras mercancía comerciaba ya entonces con encaje. Prestó grande servicios al rey de Portugal con el que le unía una fuerte amistad. Los registros parroquiales nos dejaron algunos rastros, también las gacetas.
En 1776 nació su hijo Ramón. En 1818 él y su mujer Luisa Acevedo Castro, de Pontevedra, son padrinos de su sobrino Ambrosio, hijo de Miguel Álvarez Pardiñas. Su otro sobrino Miguel fue el primer ingeniero naval de España, enterrado en el panteón de marinos ilustres de San Fernando. Ambrosio era hijo de Francisco José Álvarez Pardiñas, muerto en 1814, casado con Josefa Leis Mourín, muerta en 1817. Nieto de Eusebio Álvarez Rico, muerto en 1760, casada con Andrea Álvarez Pardiñas. Nuestro capitán acude a Camariñas el 11-9 de 1817, al entierro de su madre. Tiene entonces dos hermanos, Miguel Pardiñas y Felipa de Leis, casada con Ramón Oreiro.
Van debajo dos crónicas de la época de dos corsarios locales, dos terrores del mar.
NOTICIA DE CARGA DEL CORSARIO Y COMERCIANTE DE CAMARIÑAS AMBROSIO ALVAREZ PARDIÑAS. CADIZ, 1795.
Correo Mercantil de España y Sus Indias del lunes 19 de octubre de 1795. Número 84, página 669.
Entrada y salida de naves en los puertos habilitados.
CADIZ. El 16 de septiembre se hizo a la vela de este puerto para el de Veracruz (según se dio noticia en el número 81), la fragata Nuestra Señora de la Concepción alias La Empresa, su maestre don Ambrosio Álvarez Pardiñas, y conduce la siguiente carga de géneros del Reyno: 308 quintales de fierro en barras, 1350 arrobas de aguardiente, 1125 arrobas de vino blanco, 1032 de tinto, 470 arrobas de cerveza, 365 piezas de paños surtidos, 12.374 idem de cintas y listones de seda, 839 idem de pintados sobre lienzo, 504 idem de paño de seda, 30 idem de sargas de seda, 175 idem de encaje de hilo, 80 idem de idem de seda, 11.295 camisas, 4088 resmas de papel blanco, 339 mantones de tafetán guarnecidos de blondas y gasas, 1035 libras de hilo, 617 idem de azafrán, 473 docenas de medias de seda, 264 idem de hilo, 100 docenas de piezas de cintas de hilo, 1305 idem de pañuelos de seda, 105 cortes de sayas de seda, 154 docenas de pañuelos de gasa punto de blonda, 531 piezas de tafetanes de Asia, 581 idem de mahones de idem, 535 idem de muselina de idem, 120 idem de lienzo de algodón de idem, 4973 libras de seda, y otros muchos géneros, aunque de menos consideración, valorados todos en 5.529.851 reales de vellón. Y del extranjero 16.361 piezas de bretañas contrahechas, 8832 idem de platillas reales, 1094 idem de caserillos, 177 idem de holandillas, 356 idem de creas contrahechas, 1502 bultos de estopillas labradas, 879 idem de cintas de seda, 123 idem de paños, 1763 idem de sempiternas, 14 cajones con vidrio y 3 con libros, con mas otros varios efectos, por el valor de 4.474.523 reales.
CORSARIO FRANCISCO ABREU DE CAMARIÑAS. 1781.
Gaceta de Madrid. Vigo, 2 de agosto de 1781.
El corsario de Camariñas Nuestra Señora del Monte alias El César, su capitán don Francisco Abreu entró en este puerto el 31 del pasado con una fragata inglesa de porte de 160 toneladas y 6 cañones montados, a la cual apresó el 29 sobre la costa de Portugal, después de un combate que duró desde las 6 de la tarde hasta las once de la noche, a cuya hora aprovechándose la tripulación enemiga de la oscuridad echó el bote al agua y se escapó a tierra abandonando el buque. Los papeles que se han hallado a bordo son suficientes para legitimar la presa, que se nombra Richardson, su capitán Tomás Branton, y venía de Nueva York en lastre a cargar vino en Oporto para aquel puerto de América.