Foto portada- O Pindo. Concello de Carnota
Los protocolos notariales de la zona esconden sucesos marinos, algunos de ellos transcritos por nuestra colaboradora de archivos Shaila Agustín. Veamos otro caso de piratería en la costa de Camariñas.
El bergantín corsario español La Hermosa Rita (capitán Ignacio Varela) salió del puerto de A Coruña en marzo de 1822 para capturar contrabandistas y piratas. Encuentra en la ría de Camariñas un poderoso bergantín pirata con 22 cañones en batería y uno en colisa, con una tripulación de 160 individuos.
El corsario español decide entrar en puerto y prepararse para dar caza al pirata pero en estas ve una goleta supuestamente de la flota ilegal y la intenta tomar. Por ello se desplaza al sur en su demanda siendo también perseguido hasta el cabo Fisterra por el bergantín insurgente. Finalmente el corso español y el barco pirata se enfrentan por espacio de dos horas entre Fisterra y O Pindo, con daños en ambas cubiertas y palos.
El barco español toca en unos bajos y se ve obligado a entrar en Corcubión, dándose el pirata a la fuga. Estamos ante un auténtico combate a tocapenoles como en las mejores películas del género, pero con sangre, coraje y destrucción. Estamos ante un caso de lucha contra el contrabando ejercido por barcos que traían género, sobre todo americano, pero enrolaban marinos de varios países.
El corso español tendrá un segundo combate en Beluso (Boiro) pero será vencido al acabar su pólvora y no tener con qué responder. No le faltó arrojo en la continua labor de caza a un enemigo mucho mejor armado y con el triple de dotación.
El bergantín La Hermosa Rita era una embarcación mercante propiedad del comerciante coruñés Juan Antonio de Pujana. Las embarcaciones contrabandistas que buscaban el corsario español tenían pabellón de Gibraltar, llevaban mayoritariamente tripulación de genoveses. Se hacían a la mar en grupos de dos a cuatro, formando pequeñas flotas pertrechadas en artillería, protegiendo su negocio que era vender tabaco y otros géneros como el algodón. El grupo que perseguía La Hermosa Rita estaba formado por cuatro embarcaciones, dos polacras, una goleta y un bergantín.
Según anotó Santiago Llovo la contienda se volvió a reproducir días después en la península del Morrazo, en la boca de la ría de Pontevedra. El corso Ignacio Varela recibió informes de la presencia de los contrabandistas en las Rías Baixas, y que tenían su base de operaciones en el puerto de Beluso. El día 8 de abril de 1822 se volvieron a batir ambos bergantines. Después de una reñida lucha de más de 7 horas y tras haber acabado la pólvora La Hermosa Rita, su capitán para salvar las vidas de su rol, decidió embarrancar su navío en la tierra más próxima, la ría de Aldán. Los contrabandistas quemaron los restos del bergantín corsario español en las mismas rocas donde estaba encallado.
PROTOCOLO
Combate del bergantín corsario español La Hermosa Rita, que salió del puerto de Coruña en marzo de 1922 a capturar contrabandistas, y por poco resulta apresado por un bergantín insurgente cerca de Finisterre.
«En la villa de Corcubión a 20 de marzo 1822, (…) pareció presente el que dijo llamarse Ignacio Varela, capitán del bergantín nombrado La Hermosa Rita, vecino de la ciudad de la Coruña, y dijo: que salió de dicho puerto con su oficialidad y tripulación a las doce de la noche del día 14 del presente mes en persecución de buques contrabandistas (…) estando en la demanda de las Islas Isargas y próximas a la boca del puerto de Camariñas, a donde se dirigían por tener entendido que había allí barcos contrabandistas, a mandado la lancha para adquirir noticias, teniendo la vista un bergantín y un velachero por la parte de barlovento, habiendo vuelto la lancha con su gente informan que se trataba de un bergantín insurgente, con muchas fuerzas, según las noticias que dio de un quechemarín apresado el día anterior, asegurando tener 22 cañones en vateria y uno en colisa, consistiendo su tripulación en 160 individuos; y a como este tiempo les viniese dando caza, en vista de dicha noticia, acordaron forzar la vela y tomar puerto, llevando toda la artillería preparada para batirse con dicho buque al que se hallaban próximos, hasta que estando ya en la barra del puerto, viró aquel envuelta de fuera.
A las nueve dio fondo al que expone con su buque en el mencionado puerto de Camariñas, y luego a aposado a reconocer una valandra que se hallaba fondeada en el puerto.
A las ocho de la mañana del día 19, habiéndose presentado a la boca de la ría una goleta, pareciéndoseles fuera contrabandista, ordenó izar las anclas y darse a la vela y remos, la dio caza, hasta las once que estando aun a la vista de la goleta determino seguir con su buque a las rías de abajo; luego, a poco rato, avistaron por fuera el bergantín insurgente que le venía dando caza, por lo cual y de que el viento era muy corto y floxo, armaron la parlamenta.
A las cuatro de la tarde, cuando en la medianía del cabo de Finisterre y el puerto del Pindo, se les presentó el enemigo al costado, a cuya ora largó el pabellón afirmándolo con cañonazos, y al momento el insurgente izó su bandera y la afirmó igualmente.
Por lo que sin perder tiempo rompieron el fuego y lo siguieron haciendo por espacio de dos horas largas. A las seis se le ha desmontado la calisa de proa de que fue conveniente aproximarse a la costa, siguiendo y haciendo fuego con la calisa del medio (…) al poco rato han tocado en un bajo contiguo al pueblo de Finisterre a cuyo motivo de haberle echado al insurgente el mastelerillo de proa abajo, y metiéndole varias valas a bordo, arribó y siguió para afuera, con lo que el que dice dio fondo de pronto al ancla de estribor (…) quedándose aquella noche con todos los individuos sobre las armas y al son de combate.
A las ocho de la mañana de hoy dia 20 salieron con la parlamenta en demanda de este puerto de Corcubión, dando fondo (…) por lo que protesta (…)».