La tragedia del naufragio de «A Monchiña» en la Isla de San Simón aún marca un oscuro recuerdo en la historia de este lugar.
El triste accidente se une a las muchas historias que se fueron acumulando a lo largo de los siglos en la isla de San Simón, teniendo en cuenta las distintas funciones que tuvo y las miles de personas que vivieron, y también murieron en este archipiélago de la ría de Vigo.
También tiene una tragedia marítima muy sorprendente. 43 muertos en una zona de unos cuatros metros de altura y muy cerca de la costa. Sucedió el 22 de agosto de 1950.
En ese momento “San Simón” era un albergue para la Guardia de Franco (Organización dependiente de FET y de las JONS).En esas fechas había unas 180 personas en la ciudad de vacaciones.

Sesenta personas a bordo del Monchiña
Con el mar en calma, seis decenas de personas se embarcan en “A Monchiña”, con el objetivo de desplazarse hasta Redondela para jugar un partido de fútbol.
Según cuentan los medios de comunicación de la época sobre las 17,30 y muy cerca de la isla, una persona cae al agua y llega el momento fatídico.
Al parecer, la motora comienza las maniobras de viraje y una parte de la tripulación se escora hacia un lado provocando el vuelco de “Monchiña”, que acaba hundiéndose.
Algunos consiguen salvarse pero 43 fallecen. Los pescadores de Cesantes no tardaron en movilizarse pero para estas víctimas ya era tarde. También llegaron buzos y otros medios.
Los cuerpos sin vida fueron extrayéndose del agua. Diez el primer día, treinta el segundo, y unos tres para finalizar el operativo.

Los fallecidos fueron trasladados a Redondela, en donde se instaló la capilla ardiente, se ofició un funeral, y se fueron trasladando los féretros según su procedencia. Los había de Madrid, Castellón, Logroño o Salamanca pero también de Ourense, Santiago y O Porriño.
Redondela se convirtió en un hervidero de personas y de autoridades como el lugarteniente de la Guardia de Franco, Francisco Herranz o al Obispo de Tui.
El Albergue Nacional de San Simón estaba sentenciado. Después de dos años de complejo vacacional, el mismo día de los funerales se procedió a su clausura.

