viernes, diciembre 13, 2024
InicioIndustria pesqueraEl accidente del "Generosa" en Muxía. Toda la noche junto a la...

El accidente del «Generosa» en Muxía. Toda la noche junto a la muerte. Segunda parte

Nos situamos esta vez en un punto mortal para los barcos de pesca. Entre diez y quince  barcos encallaron en estos bajos entre el año 1980 y 1998.Cuatro barcos de Ribeira y una decena de Marín, todos éstes fueron salvados. 

Son los denominados «Baixos do Petón»o también llamada «Punta de Espiñeirido» a 200 metros del muelle de Muxía. El encallamiento más mediático de esta punta fue el del arrastrero «Generosa», de Marín.

La noche del 26 de Octubre de 1987 raspó su casco contra las afiladas peñas. Todo comenzaba una noche de gran tormenta. Las grandes olas azotaban el barco,la lluvia manchaba los cristales y el viento soplaba con fuerza. El «Generosa» se desorientó y acabó encallando. La propia tripulación, que se componía por 12 tripulantes, colocaron el barco ya encallado de proa para poder soportar mejor los golpes de mar y así asegurar mejor el barco. 

Vecinos de Muxía y servicios de salvamento intentaron el rescate, que sólo se pudo conseguir con la intervención del helicóptero del SAR,a las 8,30 de la mañana, con base en A Coruña.

PARTE UNA DEL REPORTAJE

Durante la noche se lanzaron cabos desde tierra, mientras embarcaciones de este puerto y de Camariñas pretendían acodarse al buque siniestrado. Los motores del Generosa dejaron de funcionar al poco tiempo, y con ellos el suministro eléctrico, por lo que hubo que iluminar el barco con los faros de varios coches desde la costa. A lo largo de la noche se les unieron familiares de los tripulantes, llegados desde Marín.

Cuentan también los propios vecinos de Muxía que había marineros colgando por un costado del barco,todos empapados de agua. Hasta se llegó a un punto, en el que se creía que había muerto toda la tripulación al no ver a nadie abordo.Más tarde se enviaron varías zodiacs pero acabaron todas encalladas y encajadas contra las rocas.

El «Generosa» acabó tumbándose encima de las peñas,y partiendo en dos por acción de los temporales según los periódicos de la época.

Mucho más tarde, en enero de 1988,se hizo una rampa en el lugar para sacar el barco de la zona que construyeron las empresas «Construcciones Dios» y «Demoliciones Corbacho», y se colocaría una grúa de , la firma coruñesa «Eiríz» con capacidad para 170 toneladas. 

A mediados de enero, se lograra retirar la proa del barco, hasta el puente, ya que no se podía sacar el barco por mar, después de varios intentos del buque-remolcador «Santa Cruz 1», de la empresa «Redesa», que procediera a achicar el agua del buque, como también trabajos de soldadura y taponamiento de las roturas que presentaba. 

En el caso de que pudiera sacar por mar se tenía planeado vararlo en la playa da Cruz para que evaluaran los daños entre otras cosas. También colaborara «Remolcanosa V». El rescate estaba valorado en 125 millones de pesetas.Lo curioso es que el barco acabo salvándose y recuperándose de ese gran accidente que puso en manifiesto la peligrosidad de esos bajos para na navegación. Así lo informaba La Voz de Galicia:»A partir de hoy los camiones empezarán a transportar las distintas piezas del barco hasta los astilleros de la empresa «Nodosa» de Marín, en donde se procederá a la reconstrucción del buque con la esperanza de que este pueda volver a navegar.»

Como dije antes entre una decena y una quincena de barcos de Ribeira y Marín encallaron en ese lugar, entre la década de los 80 y 90,según informó el periódico la Voz de Galicia y varios marineros de la zona. 

Uno de estos gran arrastreros encallados en este lugar fue el arrastrero de Marín «Hermoso Verano».Encalló en estos temibles los bajos a las tres y media de la madrugada de aquel 25 de Agosto de 1992. Los marineros de Muxía estaban pendientes de la situación del buque por si hacía falta prestar ayuda, pero posteriormente pudo salir por sus propios medios de las rocas. Este punto también fue un peligro para épocas más antiguas.En este lugar descansa un barco desconocido inglés del siglo XIX del cual se pudieron sacar varios objetos. Está a muy poca profundidad.

TESTIGA DEL ACCIDENTE.

María Herminia Pérez Sar, vecina de Muxía, vivió este accidente en primera persona. Fue la primera o una de las primeras personas que avisaron de lo que pasaba. Eran las 23:30 horas de la noche,un fuerte temporal azotaba la costa gallega, María Herminia, miró por un momento por la ventana de su casa que se localizaba cerca del accidente,a los pies da praia da Cruz.   

Vio las deslumbrantes luces del Generosa acercándose peligrosamente contra las piedras,hasta que encalló. En el momento de encallar recuerda que el pesquero lanzara unas bengalas de auxilió y se oían los gritos desesperantes de los marineros,declara que había hasta algún marinero que llegó a subirse por los palos. 

Rápidamente avisó a su vecino,que si podía dar voz de alarma de lo que pasaba. Ya a unos minutos después del encallamiento una sirena de emergencia suena en la lonja muxiana para dar aviso y para que se le preste auxilio. Los marineros y vecinos,nos cuenta la testiga,que cogieron todo el material necesario para poder rescatar a la tripulación, muchos se transladaran en coche hasta el lugar,pero muchos otros fueron corriendo con paragüas apresuradamente. Hasta que un momento dado las luces del buque se apagaron y lo único con que podían alumbrar al Generosa eran con los focos de los coches. 

Aquella noche en el pueblo se intuía momentos de tension y miedo. «Creíamos que habían muerto», relataba en el periódico «el país» un miembro de cruz roja, «cada vez veíamos menos gente en cubierta, hasta que ya no vimos a ninguno». La tripulación estaba refugiada en la popa, detrás del puente, y allí les recogió, de dos en dos, el helicóptero del SAR,a las 8:30 de la mañana.
 

RELACIONADOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!
- Advertisment -

MÁS NOTICIAS