viernes, abril 19, 2024
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El incendio del «Monte Allerru», una noche de terror y susto en el puerto de Burela

El palangrero de base en Celeiro «Monte Allerru» de 36 metros de eslora, salía del puerto base con dirección al caladero del «Gran Sol». Mientras navegaba frente a la costa gallega aquella noche del 16 de julio de 1995,un tremendo accidente sembró el pánico entre la tripulación que se componía por 16 marineros, todos gallegos excepto uno, que era vasco, a 160 millas de Celeiro.

 Un gran incendio en la sala de máquinas aterrorizaba a los pescadores, que fueron sorprendidos mientras preparaban los aparejos de pesca a las cuatro de la madrugada. Intentaron arreglar la avería, pero fue en vano, el incendio iba a peor, los estallidos y el humo llenaba el buque de angustia.Lanzaron minutos después una llamada de socorro que fue captada por el centro de coordinación de salvamento marítimo de Fisterra. 

El testimonio de Eduardo Martínez Ponte

No quedaba otra, había que dejar el barco a su suerte y tirar tres balsas salvavidas al agua. En una de ellas estaba el testigo del accidente, con el cual pude hablar. Eduardo Martínez Ponte, nacido en Arteixo, pero la mayor parte de su vida pasada en Muxía nos cuenta detalle a detalle cómo fue aquella terrible noche. 

Nos cuenta que lo peor no fue cuando se encontraban abordo, si no después. Una vez embarcados en las balsas salvavidas, un ataque de nervios le dio a un marinero que se encontraba con ellos, cogió un cuchillo e intento pinchar la balsa, tuvieron que cogerlo,amarrarlo y tranquilizarlo. Mucho tiempo estuvieron navegando mojados y con frío.

 «Estuvemos po lo mar abaixo a ta que nos rescatou un mercante»,se trataba del gran mercante rumano «Ghiorghieni» que los recogió. Más tarde se presentaron los dos grandes helicópteros, «Helimer Galicia» y «Pesca II» que los llevaron al puerto base, Celeiro. 

Hasta cuenta que las cámaras de televisión grabaron la llegada de los pescadores a puerto. La empresa armadora del palangrero les envío un taxi para llevarlos a sus hogares»Non nos deron absolutamente nada,fomos todos mollados para casa» explicaba Eduardo, este marino que llevó la gran parte de su vida trabajando en la mar. 

Posteriormente el remolcador «Alonso de Chaves» fue en busca del barco porque el pesquero quedara a la deriva, ardiendo y a su suerte. El «Monte Allerru» finalmente fue remolcado, reparado y volvió a navegar hasta el 25 de mayo de 2002, donde se dio de baja finalmente.


SUSTO EN EL PUERTO DE BURELA.

Eduardo también nos contó otra historia, que estuvo a punto de acabar en tragedia. Nos cuenta con las fotos en las manos, de las cuales nos dio permiso a publicar, con tono emocionado. Asegura que un pesquero dedicado a la pesca en el «gran sol», y de nombre que nosotros admitimos que desconocemos, estuvo a punto de hundirse y provocar una desgracia. 

Todo comienza en un sorprendente día de invierno del año 1994-1995,un gran oleaje bate al litoral de la Marina lucense, el barco donde trabajaba Eduardo estaba junto al buque en este caso protagonista en la entrada del puerto de Burela. 

El oleaje era tal que un sorprendente golpe de mar hizo sucumbir y prácticamente enterrar en el agua el gran casco de acero, lo único que sobresalía del agua era el puente, los palos y la cruceta. Esto solo fue cosa de un momento, pero estos pocos minutos  o segundos fueron bastantes para que la tripulación de los dos pesqueros se sorprendieran e incluso temieran a la muerte. 

Posteriormente resurgió de las aguas y volvió a flote. No hubo que lamentar heridos, fallecidos ni daños materiales. «Foi un milagre que non naufragara» justificaba Eduardo.Grandes historias que sacan a la luz como son estés grandes hombres de la mar. Duros como piedras y salitre por venas…

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