La Guardia Civil, la Policía Nacional y la Agencia Tributaria ya han reflotado el submarino interceptado el pasado sábado 3.000 kilos de cocaína a escasas millas de la playa de Hío, en la comarca del Morrazo (Pontevedra). Una vez finalizado el recuento durante la pasada madrugada, se han intervenido un total de 152 fardos. El sumergible, desde el que pretendían traspasar la droga a otra embarcación, ya se encuentra en el puerto de Aldán, en Cangas (Pontevedra) donde se ha extraído la droga de su interior. Se trata del primer «narcosubmarino» detectado en el continente europeo. En la operación han sido detenidas dos personas -de nacionalidad ecuatoriana- y hay una tercera huida cuyo paradero aún se desconoce.
Las investigaciones comenzaron cuando el Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico (MAOC) alertó al Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), sobre una embarcación sospechosa que se dirigiría a España por el Atlántico cargada de cocaína. En esta primera fase, la colaboración con los cuerpos policiales de Reino Unido ha sido fundamental para la posterior interceptación del submarino. En la operación también han participado policías de Portugal, Estados Unidos y Brasil.
Desde ese momento se desplegó un dispositivo de detección y localización con medios aeronavales de A Coruña y Pontevedra, y se reforzó la presencia policial en toda la zona de costa.
La situación de temporal en el mar no permitió al semisumergible entregar la droga a una segunda embarcación y obligó a sus tripulantes a desplazarlo hasta la costa, donde los detenidos provocaron su hundimiento y lo abandonaron. Esta maniobra fue detectada por una patrulla de la Guardia Civil con medios de visión nocturna, que localizó el lugar de llegada de la nave y detectó la huida posterior de sus tripulantes.
En ese momento, se detuvo a una persona que apareció equipado con traje de neopreno y a las 9 de la mañana del domingo, se consiguió detener a un segundo narcotraficante. El tercer tripulante ha huido y se encuentra actualmente en paradero desconocido.
La investigación continúa abierta para poder determinar tanto el origen de la droga como la organización que iba a recibir la droga en España. Aunque el uso de submarinos es muy habitual en América, se trata de la primera vez que se detecta este sistema de transporte de droga en Europa. Se trata de un artefacto de fabricación artesanal, realizado en fibra, con capacidad y autonomía para transportar entre tres y cinco toneladas de cocaína.