A veces la navegación en medio de un temporal hace desviarse mucho de la derrota. Dos arribadas forzosas llevaron a Corcubión a dos viejos veleros que esta vez tuvieron suerte. La goleta de Cádiz Aurora en 1843 y la fragata portuguesa nombrada El Patrocinio, en 1820. En este caso en ruta de Oporto a Brasil fue llevada por el temporal a la Costa da Morte.
Arribada forzosa de la goleta de Cádiz Aurora. Tras quedar sumergido un cuarto de hora y sufrir múltiples averías, consiguió refugiarse en Corcubión.
«La villa de Corcubión a 14 de febrero de 1843, ante mí (…) don Bernardo Iglesias, capitán de la goleta española nombrada Aurora de la matrícula de Cádiz (…) y dijo: que el 27 de enero salió del puerto de Cádiz con su buque bien pertrechado (…) han cargado 1400 quintales de sal de las fábricas nacionales de la misma, 927 cueros y 230 macetas con destino al puerto de Marín (…) tuvieron norte fresco y mar bastante gruesa que le obligó a llevar todos los rizos (…) no pudieron resistir a causa de su demasiada fortaleza y la mar alta, quedó el barco sumergido por espacio de un cuarto de hora, de manera que, el compareciente, de acuerdo con la tripulación y pasajeros, se vieron precisados a alijar a la mar, las 230 macetas, 400 cueros y 3 anclas, una cadena de 80 brazas (…) algunos equipajes de los pasajeros y 300 toneladas de sal, que para sacarla les fue forzoso romper las mamparas de proa y popa. Que con este alijo se alivió algún tanto del zozobro que indispensablemente parecían y, reconociendo el buque hallolo rendido por los trancaniles, perdida de la lancha, que después vieron algunos de sus pedazos en la mar, la verga mayor de popa rota en pedazos, y llevándose el viento todas las velas a excepción de la mayor y trinquetilla con las que con bastante trabajo y dando a las bombas sin cesar por la innumerable agua que hacía el buque, llegó a este puerto (…) por lo que a protesta (…)».

El Patrocinio
Arribada forzosa de la fragata portuguesa nombrada El Patrocinio, que en los primeros días del año 1820 salió de Oporto con destino a Río de Janeiro pero, tras sufrir varios destrozos, tuvo que guarecerse en Corcubión después de solicitar práctico a base de cañonazos.
» En Corcubión a 31 de enero de 1820 (…) pareció presente don Juan Gómez de Faria, natural de Oporto y capitán de la galera o fragata portuguesa nombrada El Patrocinio (…) y dijo: que teniendo este buque bien calafateado (…) en la ciudad de Oporto tomó partida de vino, aguardiente, cebolla y otros géneros con destino a Río de Janeiro y a Bahía, en el reino de Brasil (…) que el día 16 del presente mes salió de Oporto (…) pero inmediatamente le sobrevino una fuerte tempestad que le obligó a tomar rizos, después a aferrar y por último a quedar solo con el trinquete (…) se vió imposibilitado para continuar viaje porque rompió palos (…) se hirieron tres hombres y se perdieron los botes, por lo que decidió arribar al puerto más cercano (…) vieron un quechemarín al que le solicitó que le sirviese de práctico, a lo que el patrón no hizo caso, por lo que se vió en la necesidad de tirarle a algunos cañonazos (…) persuadido, con su dirección pudieron entrar en este puerto de Corcubión el día 23 del actual (…)»