Tres entidades critican la inacción de la Xunta de Galicia y anuncian una querella contra la propietaria del barco, Toucan Marítime.
Los grupos ecologistas Ecoloxistas en Acción, Plademar Muros-Noia y la plataforma Noialimpa han expresado su preocupación por la falta de acción por parte de la Xunta dos semanas después de la detección de una vertedura de millones de pellets de plástico frente a las costas gallegas.
La emergencia se originó el 8 de diciembre cuando el buque «Tucana», de bandera neerlandesa, perdió 6 contenedores cerca de las aguas gallegas, uno de los cuales, perteneciente a la empresa Bedeko Europe, contenía miles de sacos de 25 kg llenos de millones de pellets de plástico.
Impacto negativo de los pellets
Estos pellets, de 5 mm de diámetro, se utilizan en la fabricación de diversos productos, siendo difícil su recolección una vez se mezclan con la arena. Son conocidos como “lágrimas de sirena”.
Los ecologistas advierten sobre los impactos negativos en los ecosistemas marinos, ya que los peces, aves y crustáceos confunden los pellets con huevos de pez, ingiriéndolos y causando daño tanto por la toxicidad del plástico como por inanición.
Además, señalan que los pellets no se descomponen, sino que se degradan en microplásticos y nanoplásticos que ingresan en la cadena alimentaria, afectando a los humanos. Destacan la importancia de actuar de manera inmediata y efectiva para retirar la mayor cantidad posible de plástico vertido.
Falta de transparencia de la Xunta
Los colectivos denuncian la falta de transparencia de la Xunta, que no alertó ni tomó medidas ante la pérdida de los contenedores, permitiendo que los plásticos llegaran a las playas.
Agradecen el voluntariado ambiental espontáneo y solicitan a la Xunta que destine recursos económicos, materiales y humanos para la descontaminación, a cargo de la empresa responsable.
También demandan un estudio sobre los daños ambientales y posibles impactos económicos para reclamar a la empresa naviera y su aseguradora.
Ecoloxistas en Acción anuncia la presentación de una querella contra la empresa propietaria del barco, Toucan Maritime, por un delito contra el medio ambiente y los recursos naturales, recordando la importancia ecológica de la zona afectada. Su objetivo es asegurar que se cumpla el principio de «quien contamina paga».
