viernes, diciembre 13, 2024
InicioHistoria navalUrcas y galeras de la Invencible en el abra de Muxía

Urcas y galeras de la Invencible en el abra de Muxía

El abra de Muxía figura en no pocas anotaciones de los protagonistas de uno de los episodios navales más conocidos en el mundo, y también más manipulados, el desastre de la Armada Invencible de 1588. Por abra se entiende una bahía no muy extensa, y así era denominada en la Real Armada entonces la ría de Camariñas y Muxía. Tanto el rey de España Felipe II como el general de la armada el duque de Medina Sidonia citan este puerto en numerosas ocasiones en sus cartas cruzadas en aquel verano de 1588 desde que los barcos llegan de Lisboa a A Coruña hasta su partida al golfo de Vizcaya. En Muxía se refugiaron una escuadra de cuatro galeras y dos urcas.

Combate de fuego real entre un navío y una urca

Asimismo tuvo lugar un combate de fuego real entre un navío inglés y la urca Paloma Blanca. Las galeras y urcas que tocaron la ría tuvieron suerte y regresarán tras la acción, pese a que muchos investigadores daban por perdidas a las primeras. De hecho en el ataque de Drake y Norreys con la Contraarmada, el 4 de mayo de 1589, estaban 6 barcos de la Invencible en A Coruña: nao San Bartolomé, galeón San Juan, galeón San Bernardo, galeras Princesa y Diana, urca Sansón. El duque y general de la armada informa al rey que el 14 de junio pasa el cabo Fisterra y en Muxía varias galeras le esperan. No quiere entrar en A Coruña para no retrasar las órdenes del rey pero tendrá que hacerlo para aprovisionarse y por el mal viaje. El retraso de los rezagados, los temporales en nuestra costa, hacen que la armada tarde 20 días de Lisboa a Fisterra. En los días que pasa en la ría coruñesa, llegan las galeras de Muxía a A Coruña el 17 y ayudan a cargar y descargar. Muxía dio cobijo durante varias semanas a estas galeras del famoso capitán Diego de Medrano. Son las cuatro galeras de Portugal: Capitana, Princesa, Diana y Bazana.

Reportaje «La Invencible contra la Armada» enlace

En la armada se dispondrá con la escuadra de Portugal al mando de Medina Sidonia, a estribor de la escuadra de Castilla, de Flores de Valdés. Las galeras no entrarán en combate, una vez en el Canal de la Mancha no podrán soportar el temporal y retornarán, al no estar adaptadas al Atlántico. Unos dicen que a puertos cántabros, otros que a Bayona, tras la rebelión de los marinos. Datos inciertos, las galeras regresan a A Coruña y otros puntos españoles, con permiso de Recalde y del duque el 26 de julio. La primera fue la Diana porque le entraba mucha agua. En esto puedo aportar un dato desconocido, el de la Bazana de nuevo en activo tras este episodio, en 1594, dato extraído revisando el linaje de Juan Espinosa, muerto en Fisterra con la flota de Padilla en 1596. Tomás Espinosa es caballero de la casa del duque de Medina Sidonia en el galeón San Martín en la Invencible en 1588. Jerónimo de Espinosa, depositario de la famosa galera Bazana de Portugal en 1594, y luego veedor de las galeras de España (1623-1631).

La Bazana pues retornó a nuestras costas. En cuanto a las galeras Princesa y Diana lo hicieron a A Coruña, como la urca Sansón. Sus tripulaciones se significarán en la defensa, con María Pita, contra Drake y Norreys, en 1589. De nuevo vemos como los datos de daños conocidos de nuestra Grande Armada no son reales. Solo perdimos 28 barcos de 122 que se adentraron finalmente en el mar, y pocos de gran porte e importancia. 78 perdería la Contraarmada inglesa de 1589. Los ingleses crearon una leyenda en torno a las galeras españolas de este grupo de la Armada Invencible: en una de ellas, Diana, uno de los galeotes, el galés David Gwynn, habría conseguido libertar a sus demás compañeros y entre todos, tras exterminar a la tripulación española, habrían ido capturando a las tres galeras restantes. Datos falsos en toda regla por lo que hemos visto. Lo que sí es cierto es que algunos capitanes de navíos llegaron a desobedecer las órdenes de Medina Sidonia, lo que les valdría posteriormente tribunales. Por ejemplo Diego de Moncada al mando de las galeazas, que no quiso participar en el ataque a los barcos ingleses inmovilizados en sus puertos cuando fue requerido ya que no le habían dejado hacerlo cuando creyó conveniente. Otro apunte relacionado con nuestro tema es que fue precisamente Miguel de Cervantes, compañero de Medrano en Lepanto, el comisario de abastos en Andalucía para proveer las reales galeras de la Invencible. José de Vargas Ponce en 1807 dice sobre Medrano que era el comandante de las cuatro galeras de Nápoles, con 900 esclavos, 110 piezas de artillería, 400 marineros. En la Armada cita que iban 6 obispos y 210 capellanes.

Dos urcas se refugian en Muxía

En Muxía asimismo se refugiaron dos urcas, la Paloma Blanca y la Casa de Paz Chico. Son de la escuadra de urcas a cargo de Juan Gómez de Medina, también llamada escuadra mediterránea, compuesta por 23 urcas y naos. Este grupo en la armada se dispondrá en el centro. En esta escuadra está también la Sansón, de 300 tns, que será una de las que se pasen 1596 por Fisterra con Padilla. El duque noticia el hecho de la llegada de las urcas acaecido en torno al 11 de julio estando en A Coruña a bordo del galeón San Martin (1.000 tn, 90 cañones). En el puerto mugiano además sucede un combate entre un navío inglés de la escuadra de Francis Drake (Draques) que ataca a la urca Paloma Blanca creyendo que se trata de un mercante. La urca española lo recibe con una carga de pólvora que hace huir al navío muy tocado. Así lo indica el duque: «ellos se le dejaron acercar, y cuando le vieron cerca le dispararon una ruciada de artillería y arcabucería que les hizo alargar».

Son urcas de 350 toneladas ( Casa de Paz) y 250 (Paloma Blanca). Las urcas seguirán su ruta a A Coruña a reunirse con el resto de la escuadra. El 22 de julio partirán los 127 barcos al golfo de Vizcaya, reforzados con varias compañías de soldados gallegos y tras haber comulgado 8.000 marinos, lo que satisface mucho al duque. Tanto para la ida de la armada a Inglaterra como para la vuelta, la ría de Camariñas será punto de recalada de naves extraviadas o dañadas, antes del paso del temido cabo Fisterra. Resulta también curioso como Felipe II, el monarca más poderoso de la tierra, en sus cartas cita nuestros lugares: abra de Mongi, Cizarga, Finisterre, cabo Prioro. También aparecen Mungia y Muxia. Zezargas. En varias ocasiones llaman a Fisterra El Cabo, porque era el punto mas conocido de la costa atlántica hispana, el gran promontorio.

Escribe el duque sobre las urcas: «Con este patax que despaché á Galicia escribí al capitán Medrano, que conforme á la orden que le di estará aguardándome en la bahía de Muxia, cuatro leguas más allá deste Cabo , que en descubriendo esta Armada, á la hora, sin detenerse un punto se viniese para mí…». Y noticia así el combate de la urca: «Ayer tuve nueva que otras dos urcas que faltaban , que era la Paloma Blanca y Casa de Paz Chico, quedaban en la bahía de Muxía y que con el primer buen tiempo venian aquí. A la Paloma Blanca le dio caza un navio inglés más de dos leguas, entendiendo que era navio de mercader; ellos se le dejaron acercar, y cuando le vieron cerca le dispararon una ruciada de artillería y arcabucería que les hizo alargar, y siguiérales la urca, sino fuera por una desgracia que le sucedió, y fué quemársele á un soldado los frascos y saltar sobre unos cartuchos, de que pudiera resultar quemarse todo el navio, que como negocio que tanto importaba, acordaron dejar el otro por remediar éste. La relación que hace de esto el Alférez, que me enviaron los Capitanes que están en estas dos urcas en Muxía envió á V. M. con ésta. Yo les he escrito que con el primer buen tiempo se vengan aquí , y que en el entretanto no lo pierdan en hacer su aguada y reparar el daño que traen los navíos , aunque me dicen ques muy poco, y que no consientan que ningún soldado salte en tierra».

Describe el episodio de las galeras: «Escribí á los 14 deste haber doblado el Cabo con buen tiempo, y así vine costeando esta tierra de Galicia hasta el paraje del Abra de Mungi por recoger las galeras, que conformé á la orden que les di me habian de aguardar en aquel puerto, y por no haber llegado pasé sobre la isla de Zizarga, que es á ocho leguas de la Coruña, para reunir los bastimentos de pescado, carne salada y tocino que V. M. ha mandado que allí se provean, y porque estuvieren cargados y á punto, despaché un patache al Marqués de Cerralvo desde los 40º y fué en 10 deste, para que así lo ordenase con la brevedad toda que se pueda…».

LAS URCAS Y GALERAS DE LA GRANDE E FELICISIMA ARMADA EN MUXIA

El abra de Muxía se significó en un conocido episodio histórico, el desastre de la Armada Invencible de 1588. 6 de sus barcos se refugiron en la ría.Las dos urcas y cuatro galeras de Muxía tuvieron suerte y regresaron. Las primeras no eran aptas para el mar abierto y las urcas servían para llevar bastimentos y tropa, no para el combate, del que se ocupaban 73 embarcaciones de alto bordo, pocas perdidas (pese a la propaganda inglesa). La urca Paloma Blanca es de 250 tn, con 12 cañones, 30 marinos, 67 soldados. Tras la batalla retornó a Ribadeo. La Casa de Paz Chica, construida en 1560, de 350 tn, con 15 cañones, 38 marinos, 162 soldados. Retornó a Santander.

El citado Sansón de 500 tn, 18 cañones, 29 marinos, 209 soldados; retornó a Coruña. No fue éste el que se perdió en 1596 con Padilla sino el El Sansón Pequeño, de 300 tn, que sí dio en Fisterra. Las galeras retornan el 26 de julio, tras sufrir el temporal. La Capitana, 5 cañones, 57 marinos, 56 soldados; llega a A Coruña, según algún investigador. Lo cierto es que volvió a algún puerto español. La Bazana, 5 cañones, 40 marinos, 26 soldados, retorna a nuestra costa. La Diana, 5 cañones, 47 marinos, 32 soldados, también retorna a A Coruña. Se hundió cerca de Boulogne, Francia, según los ingleses. Otros dicen que se sublevaron los galeotes. No es cierto, estaba en A Coruña cuando en 1589 atacó la flota Drake y Norreys y nació el mito de María Pita. Le entró mucha agua al salir al Cantábrico con temporal y dio proa a tierra en busca de puerto, como señalan documentos precisos. Medrano indica: «era mucha mar para las galeras». La Princesa, 5 cañones, 40 marinos, 37 soldados; retorna a A Coruña. Diego de Medrano pidió permiso a Martín de Recalde para abandonar la flota al no ser aquel mar para galeras, en donde eran totalmente inútiles.

Le fue concedido, como explicará Recalde a Medina Sidonia. La flota pierde así 750 soldados y 20 cañones, pero las galeras regresarán a puerto seguro, no son bajas como las computan los ingleses y copian otros muchos. Las galeras de Diego de Medrano fueron las primeras que se vieron en el mar ancho, cosa hasta entonces nunca vista, como indican las crónicas. Fue en la conquista de la isla Terceira en 1583, en donde se destacaron en primera línea. En esta memorable acción naval se usó por primera vez la infantería de marina para ocupar playas y tierra. Posiblemente este hecho llevó a incluirlas en la flota de 1588. En Terceira (Azores) se significó el 26-7- 1582 al lado del San Martin (1200 t, 34 cañones) de Bazán en el galeón San Mateo ( 600 t, 32 cañones), Lope de Figueroa, en cuyo heroico tercio lucharon mis parientes Gonzalo y Alonso de Lema en las Alpujarras en 1570. El San Mateo también estará con la Invencible.

Medrano participa en la gloriosa batalla de Lepanto en 1571, mandando la galera Fortuna de Nápoles, al lado de la Mendoza de Nápoles, de Martino de Caide, y la Luna de España de Diego López de Llanos. Forman la división central de 16 galeras españolas y napolitanas que rodean al barco insignia de don Juan de Austria. Medrano es un soldado de mucha determinación y experiencia (Mosquera, 1596). Destaca al lado de don Álvaro de Bazán, y en famosas hazañas (Terceira, Lepanto). También en la lucha contra el corso en la costa gallega y portuguesa que conocía bien. Álvaro de Bazán en 1581 ordena que se le dé al capitán Diego de Medrano un esclavo que tomó de un navío de corsarios franceses que rindió en cabo San Vicente. Medrano tenía ascendencia en la armada y el servicio real. Diego López de Medrano, primer caballerizo del príncipe, en noviembre de 1548 acompaña en su viaje de Rosas a Génova al príncipe Felipe, futuro Felipe II, en la galera de la casa de don Antonio de Toledo, caballerizo mayor.

Además de marinos, muchos gallegos destacan en la escuadra con base en Lisboa. Álvaro de Bazán en Lisboa el 1 de enero de 1582 nombra a dos gallegos tenedores de bastimentos y municiones de las galeras de España. Son Bartolomé de Vigo y Juan de Cortegada. Otros gallegos destacados en el arma son Sancho de Monroy y Zúñiga, veedor de todas las galeras de España e Italia en 1619. Francisco Rivadeneira, a quien el marqués de Santa Cruz da la capitanía de la galera San Jorge de España. Las galeras de Muxía se arman en Lisboa en noviembre de 1587, como leemos en el asiento que hizo Pedro de Baeza con Francisco Duarte el 9 de julio de 1588. En Lisboa se expide certificado a Pedro de Baeza por los bastimentos y municiones de ocho galeras del capitán general Álvaro de Bazán. Banqueros alemanes prestamistas de la armada mientras las galeras se hallan en Muxía se quejaron al general de la flota porque no les aceptan los pagarés y letras.

La Ragazzona es otro barco de la Armada relacionado con la Costa da Morte y uno de los que retornó. Galera veneciana de la flota de Levante mandada por Martín de Bertendona, de 1.300 toneladas, retornada de la Armada Invencible, arriba a Muros con muchos daños. Parte a A Coruña para reparar pero sufre un temporal en Sisargas. La tripulación es salvada por un pesquero de Malpica, el barco a la deriva encalla en la costa de Ferrol.
 

RELACIONADOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!
- Advertisment -

MÁS NOTICIAS